domingo, 22 de agosto de 2010

El Antihéroe

¿Que es el antihéore? La definición que nos acerca la Real Academia Española es la de "un personaje que, aunque desempeña las funciones narrativas propias del héroe tradicional, difiere en su apariencia y valores". Al parecer en los últimos años el antihéroe ha logrado subir importantes escalones en su recorrido al corazón de nuestra cultura. Pero... ¿Por qué?

He sido testigo de algunos antihéroes que, a pesar de cuestionarlos consciente o inconscientemente, han impactado en mí llegando a justificar lo que en algún momento parecía injustificable. Siempre sintiendo algo retorciéndose en mi interior… por momentos logré admirarlos. En este sentido, lo asemejaría a robar algo que era mío o que se me debía. Sé que lo que estoy haciendo podría justificarse de alguna manera, pero igual me sigo sintiendo perverso. Hacer algo con confianza pero saber que en el fondo no está bien.

¿Por qué el antihéroe es un fenómeno de estos tiempos? ¿Nos puede favorecer en algo? ¿O solo es una prueba de corrupción de ciertos valores? Considero que lo que llama la atención y los sentimientos acerca de esta suerte de héroe corruptible es que es muy humano. Los héroes se hacen cada día más humanos. Con falencias, con virtudes menores, con historia, con sentimientos contrapuestos, con rutina y por sobre todo con debilidad hacia ciertas tentaciones o conductas.

Tony Soprano de la famosa serie “The Sopranos”, Lord Vader de "Star Wars", el Guasón de la última de Batman “The Dark Knight” o Tony Montana de “Scarface”. Remarco que el gran personaje de Batman fue el Guasón y no el caballero de la noche. Fue ese personaje retorcido, complejo, humano, transparente –solo en algunos sentidos- el que penetró en los sentimientos de la audiencia.

Lo que veo es lo siguiente. En todos los casos estos personajes sacan de la esfera de la fantasía sus sentimientos oscuros y los hacen realidad. Así, son violentos, tienen agallas para hacer lo que les place y sin importar ni medios ni resultados. En una sociedad como la que vivimos en la que tanto se nos impone, en la que difícilmente se duerme, con jefes verdugos, con profesores torturadores, familias que crean presiones ingentes, estos héroes con valores oscuros, realizadores de grandes acciones despiertan emoción y deseo en nuestros corazones. El deseo de rebelarnos, el deseo de vivir llevados por nuestras emociones y de no estar más bajo el pie de hierro de quienes están encima nuestro o sometidos al yugo del día a día.

Superman, un exponente por excelencia del -¿antiguo?- héroe representaba la suma de todos los valores morales en una persona. Esto significa, Superman es justo, reprime cualquier deseo de violencia innecesaria, no mata, busca el bien del prójimo por sobre cualquier cosa, no miente, etc. Así también surgió la idea de que Superman tampoco es humano. ¿Qué humano podría ser tan humano como él? Es cierto, Superman no es humano, es extraterrestre pero tampoco existe fuera de la pantalla o los cómics. De esta manera pareció la serie “Smallville” dónde descubrimos que por momentos nuestro héroe, Clark Kent, –aunque sea solo corrompido por sustancias extraterrestres o hipnotizado – también tiene sentimientos ocultos de arrogancia y deseos de hacer lo que le plazca.

El impacto que veo en nosotros, mortales, seres humanos sin poderes especiales, con respecto a esta intromisión del héroe oscuro es que en algún sentido desvía una balanza delicada. En otro nos da fuerza.
Somos humanos y siempre tendremos desvíos del camino que queramos elegir. Creo que este ser ficticio nos puede dar algo bueno: las agallas. Nos puede demostrar que podemos hacer lo que deseamos y no temer siempre. Diría el protagonista de Green Street Hooligans, “en ese momento me di cuenta que no estamos hechos de vidrio”. No estamos hechos de vidrio. Tampoco de acero. Pero no podemos vivir con miedo a tomar decisiones o a perder cosas. El antihéroe decide con fuerza y va contra la corriente. Pero al mismo tiempo pierde valores importantes. Valores de amistad, de honor con quienes están a nuestro lado, de lealtad, de protección, etc.

El héroe es alguien a quien solo podemos aspirar. Nadie será puro como las leyendas porque somos humanos. Pero podemos anhelar. Está bien errar, está bien dejar ir, y escucharnos a nosotros mismos a veces por sobre los valores morales. Pero sabemos que podemos ser mejores. El oscuro en cambio nos muestra algo que fácilmente podemos llegar a tener. Pero –y generalmente se muestra en aquellos a los que cité al comienzo- su vida y final son tristes y vacíos. Les espera una horrible muerte, la infelicidad o el encierro. Tomemos el coraje del antihéroe para enfrentar a veces a los que queremos, a los que no queremos o a las presiones vacuas. Pero no lastimemos innecesariamente a los que están a nuestro lado. Tomemos los valores de Superman para que en los momentos clave sepamos fortalecer nuestras decisiones por sobre el egoísmo. Incorporemos el carácter fuerte del antihéroe para romper esquemas cuando nada funciona y necesitemos un cambio o un momento con nosotros mismos. Pero anhelemos al héroe y no al desmedido al que al final solo acompaña el sufrimiento.

1 comentario:

  1. Muy original!
    Creo que el tema con los héroes es que eran muy simples, la gente ya no es tan naive como para seguir creyendo en Superman, que tenía todos los poderes del mundo.
    Los públicos evolucionan y se pueden identificar con personajes más complejos y hasta sentir empatía con el villano que, después de todo, es más humano que el superhéroe.

    Me encantó el diseñooo, quién te lo hizo? jajajaj

    te amo!

    soy tu fan nº 1

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